Escrito desde la serenidad, este testimonio plagado de anécdotas, de datos sobre la sanidad militar durante la guerra, trasmite muy bien el ambiente vivido por las banderas de Falange y los Tercios de requetés. Casi no habla de él o de sus sentimientos, trata principalmente de trasmitir unos hecho con objetividad y mostrar la gran calidad humana y espiritual de sus compañeros de los que está realmente admirado.
También es de esta época la biografía, firmada por Santiago Cantera, de Antonio Molle-Lazo, requeté que sufrió martirio al inicio de la guerra y del que fray Cantera escribe: “«El martirio de Antonio Molle es estremecedor, impresionante, impacta en lo más hondo de cualquier sensibilidad humana no endurecida y llega hasta lo más íntimo del alma cristiana. Me produjo una gran impresión interior la primera vez que lo leí completo, y desde entonces lo medité muchas veces. Pero ahora, al relatarlo por escrito, he de decir que he llorado y he tenido que detenerme, y lo mismo al repasarlo. Las lágrimas me han saltado abundantes: por una parte, por compasión hacía el sufrimiento humano del muchacho; pero, por otro lado, también por una entendida emoción religiosa. He sentido de cerca el valor de tono y me ha conmovido el estar escribiendo una biografía de alguíen ante quien me he sentido profundamente indigno, y he dado gracias a Dios por habernos regalado un joven de su talla, por habernos dado un modelo así a la Iglesia y en particular a los españoles».
Por último, con Eso no estaba en mi libro de historia del Carlismo, el prolífico y siempre interesante Javier Barraycoa, nos ofrece una de las aproximaciones más originales y entretenidas que se han realizado sobre este fascinante movimiento.