

“La estancia en Barcelona afectó profundamente tanto a Holmes como al doctor Watson”, razonaba el crítico y escritor Carlos Pujol a propósito de Los secretos de San Gervasio.
En esta novela el afamado detective recibe en Londres la visita de dos hijas de un rico fabricante de telas de Barcelona, que le encargan investigar la presunta desaparición del industrial. Holmes se desplaza hasta la ciudad condal para resolver el caso centrado en el entonces municipio vecino de San Gervasio: la calle Craywinckel, la iglesia de la Bonanova y el Torrent de l’Infern son algunos de los escenarios en los que se mueve Holmes, donde conoce a curiosos personajes y se contagia del ambiente mediterráneo estival que lo pone a prueba.
Es ésta la aportación de Carlos Pujol a un subgénero, el de las secuelas de Sherlock Holmes, que han cultivado escritores de todo el mundo y que siguen haciendo las delicias de miles de lectores.
Carlos Pujol (1936-2002) fue un reputado hombre de letras: novelista, ensayista, poeta, crítico literario, traductor, editor y profesor universitario. En palabras de Sergio Vila-Sanjuán, Pujol fue un “intelectual de firmes convicciones católicas” que nos ha dejado una valiosa obra cuyo valor se acrecienta con el paso del tiempo.