La gran estafa

Hacer bien una división y un dictado era la condición sin la que un niño de diez años no podía empezar su bachillerato. Cuatro cursos escolares y un examen de reválida daban el título de Bachiller Elemental y otros dos cursos y una nueva reválida concedían el de Bachiller Superior. Para ir a la Universidad se exigía, además del Preuniversitario, un difícil examen de acceso.Alicia Delibes Liniers se incorporó a la enseñanza en 1972 como profesora de matemáticas de enseñanza media; posteriormente dio clase en Alemania a hijos de emigrantes y en Luxemburgo a hijos de funcionarios comunitarios de distintas nacionalidades hasta 1994. A su vuelta, se incorporó a un instituto que había adelantado la reforma Logse: “Como ya expliqué, cuando comencé a escribir este libro resonaba en mi memoria la pregunta que se hace a sí mismo el personaje de Conversación en La Catedral: “¿En qué momento se había jodido el Perú?”, y que, en mi caso, se refería a la educación y, especialmente, a la educación en España”.La historia de esa degradación viene de lejos, y merece la pena prestar atención a la serie de procesos que ha seguido la administración educativa española hasta llegar a la situación actual.