

Desde el 27 de abril de 2014 la Iglesia cuenta con dos grandes santos, ambos Papas: Juan XXIII y Juan Pablo II. Y hoy, 22 de octubre, se celebra la memoria del Papa polaco porque es cuando inició su pontificado (el 22 de octubre de 1978), el tercer más largo de la historia.
Se han escrito miles de libros narrando sus grandes hitos, exaltando su figura, profundizando en su magisterio, en su espiritualidad. ¿Qué fue lo que marcó su vida? ¿Por qué san Juan Pablo II llegó a ser quien es?
No se puede entender a san Juan Pablo II sin descubrir la grandísima devoción que el santo tenía a la Virgen María. Cuando murió su madre cuando tenía 9 años, su padre le llevó al santuario de Kalwaria y le dijo “Ahora, la Virgen será tu madre”. El 13 de mayo de 1981, fiesta de la Virgen de Fátima, recibió un disparo y se salvó, en palabras del Papa, “gracias a la mano de la Virgen María que guió la bala”. Todo se resume en su lema papal: Totus tuus.
Tampoco se puede entender sin hacer referencia al contexto en el que vivió durante toda su juventud y que le marcó profundamente, el comunismo; trabajar en una cantera, estudiar en el seminario clandestino, ver cómo su querido país sufría bajo el yugo del comunismo dejó una huella innegable en su pensamiento y en sus textos. Gracias a él, también, el comunismo empezó a agrietarse hasta caer en 1989. El documental Liberando a un continente lo muestra perfectamente.
No se puede hablar de san Juan Pablo II sin aludir a la teología del cuerpo que trabajó durante años y dio un giro radical a cómo vivir la sexualidad humana. Casi podría decirse que él es el fundador de la teología del cuerpo.
Entre otras muchas cualidades destacables, Juan Pablo II fue un Papa joven para los jóvenes, inició las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), y que no se cansó de repetirles sin cesar: “No tengáis miedo de abrir las puertas de par en par a Cristo”.
La lista sería larguísima, el legado que nos ha dejado es larguísimo, profundísimo e imborrable, y lo demuestran las 14 encíclicas que escribió, las 15 exhortaciones apostólicas, todos los viajes que realizó alrededor del mundo, etc. Así vivió un santo.