

Fue aquel un año importante: el año en que escribió El hombre que fue Jueves y Ortodoxia. Un Chesterton, pues, en toda su plenitud, que no solo se dedicaba escribir obras maestras, sino que era fiel a su columna semanal en el Illustrated London News.
Enrique García-Máiquez, con su fino olfato, nos deja estos comentarios al respecto:
En el prólogo de La prensa se equivoca y otras obviedades (Encuentro, 2021) de G. K. Chesterton, Ian Boyd cita a Maycock que cita a Ruskin: «Por cada cien personas que sienten, sólo hay una que piensa; y que por cada diez mil que piensan, sólo hay una que ve». Boyd la aplica a Chesterton y la lectura de este libro la demuestra con creces. Cuando no lo leemos, podemos preguntarnos si no estamos recurriendo demasiado a Chesterton; pero es empezar a releerle y rendirse a la evidencia, porque siente como casi todos, piensa como muy pocos y ve como casi nadie.
Este libro recoge los artículos semanales que escribió en el año 1908 en The Ilustrated London News. Te encuentras muchas cosas que ya le conoces, eso es verdad. Como esta vieja joya: «No hay ninguna persona que crea en la tradición más que yo. La tradición es simplemente la democracia de los muertos» [p. 24]. Como novedad, ves en sus artículos semanales su pensamiento haciéndose sobre la marcha, y en un año milagroso en el que Chesterton publica su novela más reconocida: El hombre que fue Jueves; y su ensayo más indispensable: Ortodoxia. De hecho, como nos recuerda Pablo Gutiérrez, editor junto a Maribel Abradelo de Usera, hay artículos que pasaron directamente de la prensa al libro.
También hay titubeos y argumentos que quizá el lector no comparta del todo, aunque eso es un paradójico atractivo más del volumen por tres razones. 1) Se recuerda que Gilbert era humano; 2) también las equivocaciones las defiende con gracia y gallardía (como sus ataques a la policía y a los funcionarios de prisiones) y 3) porque la razón de fondo de sus equivocaciones superficiales casi nunca está equivocada, como cuando achaca a algo muy sucio tanto afán por la higiene.