En El gran descubrimiento. Nuestro viaje hacia la fe católica, el matrimonio formado por Ulf y Birgitta Ekman nos explican su largo camino hasta la Iglesia católica. Se suele decir que cada historia de conversión es diferente, y así es, aunque también hay elementos siempre presentes, principalmente por el cuidado providencial de Dios hacia unas criaturas a las que, visto en retrospectiva, fue guiando durante toda su vida, como resulta evidente en el caso de los Ekman.
Los Ekman eran protestantes suecos, educados en el luteranismo oficial, que descubren más adelante las iglesias libres, de tipo pentecostal carismático y acaban fundando una iglesia, Palabra de Vida, en la que estuvieron 34 años y que se extendió por diversos lugares del mundo y cuenta con varios cientos de miles de seguidores.
¿Qué es lo que destaca más del largo y gradual periplo de los Ekman hasta su llegada al puerto de la Iglesia católica? Tras la lectura de este libro escrito a cuatro manos, destacan sus ansias de verdad, su honestidad para buscarla, su humildad para ser capaces de irse desprendiendo de prejuicios, su entrega a Dios y su docilidad a lo que el Espíritu Santo les va inspirando en cada momento.
Impresiona su afán por ir a las raíces, a la Iglesia original, lo que les llevará a descubrir la continuidad entre la misma y la Iglesia católica actual.
Otro factor importante será la importancia de Tierra Santa para comprender el mensaje de Cristo en su plenitud. Tanto el pisar lo que Jesús pisó como incluso el mismo conocimiento del judaísmo, que les hizo comprender lo que es una tradición viva. También el impacto de Roma fue importante, con todos sus vestigios de los apóstoles, los santos, los mártires.
El testimonio de los Padres, de los mártires, de los santos. El Padre Pío, santa Faustina, santa Bernadette, santa Brígida, san Juan Pablo II… fueron haciéndoles entender el catolicismo. Newman, con quien comparten algunos puntos de su itinerario (por ejemplo el desgarro producido por tanto (amigos, posición, comodidades,…) como dejó atrás cuando dio el paso para entrar en la Iglesia católica), fue también un guía importante.
También aparecen muchos católicos en su camino que, con su ejemplo, palabras, cariño y comprensión, les ayudan en su itinerario. Longenecker, Cantalamessa, Scott Hahn, las Hermanas de Belén, Patti Mansfield, Charles Whitehead, el obispo Anders Arboreluis… todos ellos van haciendo caer los prejuicios anticatólicos de los Ekman.
El descubrimiento de la Virgen María (en Lourdes y Medjugorje) y de la Eucaristía son también hitos clave que les acercan a la verdad que estaban buscando, junto con la seriedad y honestidad con que, estudiando, descubren que la gracia nos llega a través de los sacramentos.
Es el del matrimonio Ekman un trayecto para el que se requiere mucha valentía y humildad, pero que nos muestra que cuando se es dócil a la gracia de Dios todo es posible.