

De Prada: “El peregrino de Loyola” es el libro para adentrarse en la fascinante aventura espiritual de San Ignacio
Pablo Cervera ha publicado un libro, El peregrino de Loyola. La «Autobiografía» de san Ignacio, escuela de discernimiento espiritual, que recupera y nos presenta al verdadero san Ignacio de Loyola.
Fernando Chica, observador de la Santra Sede ante la FAO, ha publicado esta reseña en La Civiltà Cattolica que nos explica qué vamos a encontrar en este libro. Y lo que anuncia es muy, muy importante:
“De esta publicación han dicho algunos expertos: «La originalidad de este libro radica en una forma pedagógica de acercarse al texto ignaciano para comprender su sentido actual» (José García de Castro); «Cervera logra adentrar mágicamente al lector en esa fascinante aventura espiritual, hasta hacerlo partícipe de ella» (Juan Manuel de Prada); «El autor de esta edición comentada de la Autobiografía del santo de Loyola demuestra haber leído un gran número de biografías de san Ignacio y de estudios sobre él y sobre el libro que comenta» (Manuel Ruiz Jurado, SJ, Prólogo a la obra, p. XV).
Este libro nace del amor del autor al santo de Loyola. De sus páginas emerge el retrato vivo del Fundador de la Compañía de Jesús. Cervera nos propone una interpretación profunda y llena de vivacidad de la Autobiografía del santo (traducida al castellano de hoy por el propio autor).
El libro empuja a vivir el Evangelio en toda su radicalidad, invita a abandonar la superficialidad y la tibieza. El objetivo que el autor trata de obtener con estas páginas es que el hombre de nuestro tiempo —especialmente los jóvenes— deje de ser masa y se transforme en levadura, sin detenerse en la inmediatez de la situaciones, pero sabiendo ver todo en profundidad. Para alcanzar dicho objetivo son de ayuda las instrucciones sobre el discernimiento espiritual que Ignacio de Loyola, maestro de perfección evangélica, no ha dejado en su Autobiografía. «La riqueza del pensamiento del autor y de su formación ignaciana, su amplia erudición, hará reflexionar sobre algunos puntos aun a los ya estudiosos de espiritualidad ignaciana» (Ruiz Jurado, p. XVI).
La lectura de la Autobiografía nos hace conocer el deseo de santidad de Ignacio, su identificación con Cristo, su pasión evangelizadora, su amor a la Iglesia; características que constituyen su verdadera herencia espiritual.
Al escribir el libro, Cervera ha utilizado fuentes documentales de primera mano, usando al mismo tiempo una bibliografía secundaria amplia y muy diversificada. Estamos, pues, ante un libro sólido y bien estructurado, caracterizado por tres elementos no siempre fáciles de articular: el rigor de un estudio prolongado sobre el texto de san Ignacio; un modo de comunicar los conocimientos de manera ágil y atractiva, y la invitación a orar con la experiencia de san Ignacio haciendo de la lectura un ejercicio espiritual.”