Pablo Cervera Barranco, ha editado un libro que conmemora el centenario de la canonización de santa Margarita María de Alacoque ya que fue incluida en la nómina de los santos por Benedicto XV el 13 de mayo de 1920.
El libro recoge la vida de santa Margarita María escrita por ella misma por mandato del padre Rolin. Se también añade la bula de canonización de Santa Margarita María de Alacoque en la que Benedicto XVI hace un resumen de la vida de la confidente del Corazón de Jesús. Se ha recogido también una tabla cronológica con los principales de datos biográficos de santa Margarita María para completar el libro con las una cartas de la Santa la Padre Croiset SJ y la homilía que pronunciara san Juan Pablo II el 5 de octubre de 1986 en Paray-Le-Monial. Una buena síntesis para presentarnos la vida de Santa Margarita y lo nuclear del mensaje que nuestro Señor quiso trasmitir a un mundo que empezaba a enfriarse; El amor del Corazón de Cristo por cada uno de nosotros y la sed que tiene de ser amado por todos los hombres.
No se si puede haber un mensaje que tenga más necesidad de ser conocido y proclamado que éste. Nuestro Señor hace confidente a un pequeña monja visitandina para que “sea la trompeta de Dios”. La Iglesia acogerá este mensaje de amor y misericordia como providencial para estos tiempos. Pío IX había proclamado: «consideramos un deber de nuestro divino ministerio emplearnos con todas nuestras fuerzas en aumentar entre los fieles la piedad y la devoción para con el Santísimo Corazón de Jesús». En 1864 beatifica a Santa Margarita y establece la fiesta litúrgica del Corazón de Jesús (que nuestro Señor había pedido a santa Margarita) momento en que la devoción al sagrado Corazón se ha extendido por el mundo entero.
Santa Margarita María de Alacoque es la que nos revela de parte de Dios, como un profeta para nuestro tiempo de apostasía, que el Verbo encarnado no sólo tiene amor divino y humano hacia nosotros sino también, como reiteradamente lo señaló Pío XII, amor de afecto, amor sensible, amor de compasión, esto es, el más inmediato y sensible de los amores humanos. Es así que entendemos mejor en esta devoción y culto lo verdaderamente cerca de nosotros que se halla Jesús, Dios y Hombre verdadero.
Este anhelo ha sido mantenido por todos lo papas hasta la actualidad. Recordemos las palabras que dijera Juan Pablo II sobre la devoción al Corazón de Jesús «Para la evangelización de hoy es necesario que el Corazón de Cristo sea reconocido como el corazón de la Iglesia».