

Explica el incansable Pablo Cervera que el Padre Mendizábal, poco tiempo antes de fallecer, confesaba que “en realidad, el único libro que consideraba «suyo», porque lo había escrito como tal, era éste”, En el Corazón de Cristo. ¿Se necesita algún comentario más para leer con avidez este libro?
Bueno, para quien aún necesite más argumentos podemos señalar que estamos ante una obra de clarificación de lo que es la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Clarificación que va a lo esencial: no es que esté mal aquel detalle o aquel otro, pero corremos el riesgo de perder de vista lo más nuclear, que el P. Mendizabal sintetiza (y luego desarrolla) en que “Cristo me ama ahora” y “goza y sufre ahora”. Y en ese ahora está la clave.
Toda nuestra vida cambia de perspectiva si entendemos esto: no es que Jesucristo me amase o sufriera por mí hace dos mil años, que también, sino que me ama ahora mismo y sigue sufriendo, o alegrándose, en cada momento de mi vida y según cada uno de nosotros corresponda o no a ese amor.
Pero aún hay más. El editor de este libro ha añadido al primer texto una serie de homilías del propio Padre Mendizábal, recogidas bajo el título La Consagración al Corazón de Cristo. Son homilías pronunciadas en el Cerro de los Ángeles durante los primeros viernes de mes del año que conmemoró el 60º aniversario de la Consagración de España al Sagrado Corazón, en las que se profundiza sobre el sentido que tiene la consagración y su aplicación a los distintos ámbitos de nuestra vida (personal, familiar, social…).
Estamos pues ante una magnífica lectura para preparar el Centenario que vamos a vivir el próximo mes de junio.