Nos encontramos en el 20 aniversario de la declaración de Santa Teresita del Niño Jesús como doctora de la Iglesia. San Juan Pablo II así lo eligió el 30 de septiembre de 1997 después de que la infancia espiritual, propuesta por la santa de Lisieux, ayudara y siga ayudando a encontrar el camino más corto y más directo al Cielo: lanzarse a los brazos misericordiosos del Padre.
Serían incontables las conversiones y testimonios que Santa Teresita ha prodigado a la Iglesia, y aún más los datos que podemos conocer de esta gran santa. Este año tenemos la oportunidad de conocer y profundizar más en la espiritualidad y la doctrina de Santa Teresita gracias a las cartas y demás corresponsales que se han traducido y publicado al español. Estas cartas son las que la carmelita recibió y respondió a lo largo de su vida en el Carmelo, por lo que nos brinda la oportunidad de acercarnos a toda su enseñanza de una manera nueva.
De Santa Teresita se han escrito libros y libros pero las Cartas de sus corresponsales y otras diversas nos aporta nuevos conocimientos y detalles hasta ahora desconocidos. La pequeña doctora carmelita, a pesar de su temprana muerte por tuberculosis a los 24 años, sigue derramando su “lluvia de rosas” y ayudándonos en nuestro camino hacia la santidad.