Son muchos a quienes la Divina Comedia de Dante se les hace cuesta arriba. Les falta contexto, el lenguaje se les hace difícil, les cuesta entrar en este tesoro literario. Para todos aquellos que lo han intentado y han desistido o que ni siquiera lo han intentado, la lectura de los libros de Franco Nembrini les ayudará a comprender la riqueza que se encierra en esta inigualable obra.
Es el propio Nembrini quien explica cómo llegó a la Comedia, cómo la leyó durante años junto a sus alumnos, descubriendo siempre algo nuevo, y cómo empezó a reunirse con los amigos de sus hijos para leer y hablar de la obra. De esta experiencia nace una asociación para difundir la lectura y comentario de la Divina Comedia, organizando numerosos encuentros en escuelas, centros culturales, etc. Los libros de Nembrini sobre Dante y la Comedia son el fruto de esta actividad.
No se puede resumir un libro tan rico en sugerencias, en detalles, en aclaraciones como este, pero algunos trazos de su contenido nos pueden dar idea de lo que vamos a encontrar. Insiste Nembrini en que Dante es el poeta del deseo, entendido éste como aquello que mueve la vida, un deseo que se posa sobre múltiples cosas pero que nunca se satisface plenamente, por lo que acaba planteando la cuestión religiosa. Ese deseo queda caracterizado por tres rasgos: la tensión por conocer la verdad, el deseo de amar la verdad que se ha conocido y la esperanza de que la verdad pueda realizar una belleza y una vida buena. Conclusión: el tema de la Divina Comedia es la posibilidad de que la vida se salve, cumpliendo así el deseo que llevo en mi interior, la sed de felicidad que llevo dentro.
Acompañando a Dante por la selva oscura, leemos que “todo el problema de la vida es lo que miramos, es dónde se sitúa nuestra mirada”. A propósito del canto en que se nos presenta el amor de Paolo y Francesca, leemos que “para amar es necesario ser muy amados. Para amar hace falta que alguien te haya mirado amándote”. Y hablando de la traición, Nembrini nos explica que el pecado es la traición a la naturaleza del hombre.
Confío que esta brevísima cata sea suficiente para tomar conciencia de su riqueza, de la voz que encierra, una voz que nos plantea bellamente lo más radical de nuestras vidas.
Quienes no hayan leído la Comedia tendrán unas ganas irrefrenables de hacerlo tras leer a Nembrini, quienes ya la han leído descubrirán que se les había escapado muchísimo, que habían entendido muy poca cosa, y todos disfrutarán de acompañar a Franco Nembrini en este paseo acompañando a Dante. Un camino que, definitivamente, vale mucho la pena.