

El conocido sacerdote Pablo Cervera Barranco acaba de entrevistar a George Weigel a propósito de su reciente libro, traducido por el propio Cervera al castellano: El próximo Papa. El ministerio de Pedro y una Iglesia en misión. Una interesante conversación publicada en Religión en Libertad donde podemos entender mejor el objeto de este libro:
-Decir George Weigel (al menos en España) es casi como decir Juan Pablo II. En cambio, en tu libro, el arco de Papas cubre desde Juan XXIII hasta Francisco. Miras al futuro cosechando del pasado reciente…
-Creo que hay lecciones importantes que aprender de los últimos pontificados, y he tratado de “cosechar” esas lecciones en este pequeño libro. Cada uno de los Papas de mi vida (una lista que también incluye a Pío XII) tiene algo que enseñar a la Iglesia del siglo XXI, y cada uno de sus ejemplos contiene lecciones para los Papas del futuro. Nuestro momento en la historia de la Iglesia sufre de un enfoque demasiado estrecho en el presente; deberíamos reclamar la sabiduría del mandato del Señor en Juan 6,12 (“Recoged los pedazos, para que nada se pierda”) y aprender las lecciones apropiadas de la historia del catolicismo moderno y sus líderes papales.
-En cierto sentido, como laico con una visión amplia de la Iglesia y del mundo, actualizas y concretas las posturas del Vaticano II para las tareas futuras del próximo Papa.
-Juan XXIII convocó al Concilio Vaticano II para preparar a la Iglesia para un nuevo milenio de evangelización. El próximo Papa debe seguir el trabajo de sus predecesores para hacer que la Nueva Evangelización -la visión del Concilio de una Iglesia permanentemente en misión, una Iglesia en la que todos son discípulos misioneros- cobre vida en toda la Iglesia mundial. Esa es la visión que anima a las partes vivas de la Iglesia del mundo hoy en día, y donde la Iglesia está moribunda o muriendo es debido a la falta de vivencia de esa visión.
-Estoy plenamente de acuerdo contigo en todas las tareas que los laicos católicos deben asumir en la Iglesia. ¿Crees que la tarea de los laicos católicos debe (casi) comenzar? Demasiado clericalismo en los laicos hoy en día…
-La Iglesia de la Nueva Evangelización no es una Iglesia de laicos clericalizados ni de clérigos laicizados; más bien, es una Iglesia en la que los ministros ordenados capacitan a los laicos para la misión y la evangelización en el mundo, y los laicos calificados asumen algunas de las tareas gerenciales que ocupan demasiado tiempo a los pastores.
Desgraciadamente, el mejor ejemplo de cómo no ser la Iglesia de la Nueva Evangelización está viniendo de Alemania, que está llena de “empleados” laicos, pero que desesperadamente carece de hombres y mujeres laicos que sean evangelistas y misioneros. Y Alemania es, como el resto de Occidente, tierra de misión.
-Mantienes el texto del Gran Mandato misionero (“Id, y haced discípulos de todos los pueblos…”: Mt 28,19) como leitmotiv. ¿Sigue siendo la evangelización el objetivo de la Iglesia hoy más que nunca? ¿Estamos como en los inicios?
-Es como “el principio” en cuanto vivimos en tiempos apostólicos, no en época de Cristiandad. En los tiempos de la cristiandad, la cultura ayuda a transmitir la fe; esa no es, ciertamente, nuestra situación en Occidente hoy en día, que se parece más al siglo I que al siglo XIII. Así que sí, es hora otra vez de “apropiarse” del Gran Mandato misionero, y eso debe involucrar a todos los católicos.
-Son realmente curiosas las observaciones que haces sobre las zonas vivas en la Iglesia y las zonas de catolicismo light…
-“Curioso”, espero, en el sentido de “interesante”. Realmente no hay un gran rompecabezas o misterio aquí. Si miras alrededor de la Iglesia en el mundo, los sectores vivos son aquellos que, habiendo aceptado la interpretación autorizada del Vaticano II propuesta por Juan Pablo II y Benedicto XVI, están viviendo la Nueva Evangelización; y las partes agonizantes o moribundas de la Iglesia en el mundo son aquellas que han acomodado la verdad del Evangelio y a la enseñanza de la Iglesia al Zeitgeist [espíritu de la época], y que no tienen un sentido real de dónde están los límites doctrinales y morales del catolicismo. Una vez más, Alemania ofrece aquí una lección admonitoria. Alemania ya tiene una Iglesia protestante liberal; ¿por qué necesita una segunda?
-Mucho debe tomar el próximo Papa en sus manos, pero no pareces pesimista ni superficialmente optimista. No es casualidad que tu texto comience bajo el «paraguas» del Espíritu Santo…
-Hay una enorme vitalidad en el catolicismo mundial y eso puede ser una auténtica fuente de renovación para el futuro. Los católicos del futuro no van a ser “católicos culturales”, para quienes el catolicismo es una especie de herencia étnica o nacional; los católicos del futuro serán hombres y mujeres profundamente convertidos a la amistad con Jesucristo y deseosos de compartir ese don con los demás en un discipulado misionero.