

Rod Dreher nos ha visitado en los últimos días. Su propósito quizás fuera también dar a conocer su libro, contentar a sus editores y vender de paso una buena suma de ejemplares; muy natural, por otra parte. Ciertamente no se comportó como el hombre que desde una pequeña altura grita a los transeúntes “compren, compren”, o al menos no lo parecía. Tampoco se metió en el personaje del telepredicador americano, como algunos parecían esperar. En Madrid, simplemente leyó el texto que traía preparado y contestó con amabilidad unas cuantas preguntas y otras que, honestamente, ni siquiera lo eran; porque el autor de La opción benedictina vino como una voz amiga a recordar -o quizás a hacer caer en la cuenta- que no vivimos en una sociedad cristiana, ya no, y que necesitamos algo nuevo y distinto para sobrevivir como tales.
Sus respuestas eran honestas, muy personales, incluso originales y frescas. Habría que recuperar el audio y hacer una crónica más detallada, alguien lo hará. No obstante, tomemos una entre las muchas respuestas que nos regaló: un oyente le hizo una pregunta con un cierto tono político que inquiría sobre las diferentes perspectivas entre los estadounidenses y los europeos.
“Sabe usted, los europeos parten de una gran ventaja.” -contestaba el autor- ”En Europa la fe ha sido perseguida en muchos sitios, en muchas ocasiones”. Creo que por eso en Estados Unidos aún los más cristianos son todavía optimistas.” Uno oye esto y el corazón se le contrae: Inglaterra, Francia, España… hasta los países del este. No queda claro si hablaba pensando en el pasado o mirando al futuro, ni siquiera si lo decía por los europeos o por los americanos. Pero una cosa quería que entendiéramos: ¡nuestra ventaja son los mártires!
El señor Dreher nos ha traído muchas cosas sobre las que reflexionar y nos ha compartido su optimismo sobrenatural, su esperanza. Pero nos ha dejado también esta perla: ¡los mártires son nuestra ventaja! Si los olvidamos, sucumbiremos. Quizás es un signo de los tiempos que estemos viviendo tal cantidad de beatificaciones y canonizaciones de mártires en España. Rod Dreher nos invita a recordarlos: porque si los olvidamos, no sabremos quienes somos, olvidaremos que hay algo por encima de nuestra propia vida que debemos mantener, no tendremos nada que transmitir a nuestros hijos que valga la pena y puede que incluso nos volvamos optimistas.
Rod Dreher es ahora un testimonio del convencimiento profundo de que hay que poner a Dios lo primero, ordenar nuestra vida en todos sus aspectos conforme a ello y acerarnos a otros hermanos que vivan lo mismo para sobrevivir a la poderosa atracción de un mundo secular, construido sin Dios. Como nuestros mártires, nuestra gran ventaja.
Lea el libro, no se arrepentirá. Y mejor, lea la historia de los mártires, dará gracias a Dios.